Esta mañana cuando abrí el balcón olía a tierra mojada.
Cuando era una niña
el verano se acababa para mí, el primer día que veía llover después de volver
al colegio.
Era el pistoletazo de salida para el otoño, la vuelta al
estudio y la resignación al paso del tiempo hasta otro nuevo verano.
La tierra mojada de mi infancia tenía el color chocolate de
este bolso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario